para que sigas adelante,
para que no te caigas,
para que te quieras,
para que te importes
para que no te dejes vencer.
y que el oxígeno falta,
el miedo se apodera de ti,
como también…
ese síndrome de abandono
que no te abandona y…
tus manos tiemblan
al igual que tus piernas.
Cuando te entiendo tanto
que desearía tener el remedio,
la palabra adecuada y justa
para que ese clic necesario
se haga en ti y suene en tu mente
la que, porque tú la dejas,
logra manejarte.
Cuando no te encuentro
esperándome en la confitería
para que juntas,
charla y risas mediante,
tomemos el café…
el que hoy tomo sola
por culpa de esos miedos.
que no temas
que le des batalla
que no te entregues,
que confíes en los profesionales
que te atienden, ya que ellos
ellos necesitan de tu cooperación.
que la medicación ayuda
siempre y cuando
tú, también, la ayudes.
que te quiero y extraño,
que deseo volver a verte
esperándome en la cafetería
para charlar y reír
sabiéndote viva y viviendo.

Lilian B. Epstein
Derechos de autor Nº 90256
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